12.31.2010

Otro que se va y no voy a extrañar

2010 no fue el mejor de mis años, pero tampoco lo cambiaría. Si alguien me hubiera dicho a estas alturas TODO lo que me esperaba, fácilmente le pude haber dicho que estaba loco y reírme en su cara.

Las experiencias vividas, pese a que fueran buenas o malas, han sido gratificantes. He crecido inmensamente como persona en lo profesional y en lo personal.

Solía ser una consumista compulsiva que al recibir un cheque cada mes lo gastaba en cosas insignificantes. Mantenía los servicios de mi casa y pese a esto, lejos de mantener un ahorro para cualquier eventualidad, el resto se iba en cosas superficiales.

Me dejé perder por cierto individuo, de quien no voy a negar aprendí cosas buenas. Para mi mala y buena suerte, su patanería e impertinencia abonaron mucho a mi ingenua percepción. Hace tiempo dejé de creer en los cuentos de Disney, pero esta experiencia definitivamente terminó por ponerme los pies en la tierra.

Aprendí también a no regalar mi trabajo. Siempre me sentí privilegiada por la oportunidad de que alguien me remunerara por hacer algo que para mí no implica mayor dificultad y sobre todo me hace muy feliz hacerlo – sí, tengo serios problemas J . Sin embargo, no todo es color de rosa y cuando el abuso quieren mantenerlo a base de halagos, el trabajo se vuelve engorroso dejando de lado cualquier satisfacción que antes producía.

Por otro lado, a lo largo del 2010 también conocí gente maravillosa, mantuve a mis incondicionales y fortalecí lazos con aquellos que someramente conocía. Me encanta encontrarme con personas que retroalimenten y compartan algún gusto conmigo, sea cual sea; de igual manera es emocionante encontrar a quienes sepan rebatirte con argumentos bien definidos, y a aquellos que siempre están compartiendo sus conocimientos con mucha gracia y amabilidad con el resto de nosotros.

No soy partidaria de hacer propósitos, así que ahora que se acaba la primera década del siglo XXI, analizo lo bueno y lo malo. Retomo lo que me hace crecer y me dispongo a esperar los nuevos retos que trae consigo el nuevo año.

No me resta más que agradecerle a usted que eventualmente pasa por acá a ver qué surge de esta mi cabeza.

12.29.2010

:)

Soy feliz.

No, nada tiene que ver con el cliché de la felicidad de las fiestas de fin de año. Desde hace un par de semanas me ha invadido este cúmulo de emociones positivas que no puedo más que interpretarlas como un torbellino de paz y serenidad.

Podría hacer una lista de todas las cosas superfluas que no tengo o han sucedido y que podrían hacerme sentir desdichada, pero son tan triviales que ni siquiera merecen que se les haga mención.

Soy feliz, no hay una razón aparente… ¡Y me encanta!

12.19.2010

Deseos a medias

Tengo una hermana, su nombre es Sara, es colocha, morenita y no le gusta leer.

Allá por el 96, cuando tenía 6 años, siendo la menor y la única entre dos hermanos varones me dio por pedir a mis papás una hermanita. La anhelaba con el mismo deseo con el que otras niñas piden una muñeca para bañarla, peinarla, vestirla y alimentarla; siempre creí que además de ser mi compañera de juegos iba a ser mi muñeca de carne y hueso a la que vestiría como yo quisiera.

Cinco años más tarde, mi petición se hizo realidad, y con una diferencia de 11 años llegó Sara a esta casa. ¡Qué decir! Todo inició bien, pero en este intermedio de nuestras vidas todo se ha deteriorado un poco.

Resulta que la devoción que me tenía hace un par de años se ha convertido en irreverencia; ella pasó de ser mi muñequita a una persona más que no me deja darle ni siquiera consejos sobre cómo vestirse, y aunque yo no me vista con lo último en tendencias sé lo que se le vería mejor. No espero que lo que yo le digas ea santa palabra para ella, pero con que por lo menos me escuche me sentiría feliz.

Que me admira, dice mi mami, pero su actitud me demuestra lo contrario. L

Me he tardado más de una hora en redactar estas líneas que, aunque son breves, van cargadas de emociones que pocos conocen.

12.11.2010

Entre otras cosas...

Hace varias semanas Raquel y Gero tuvieron a bien hacer partícipe de una especie de cadena en donde me invitaban a compartir 5 secretos. Me tomé mi tiempo precisamente porque quería seleccionar muy bien lo que iba a escribir; lo cual no abarca fuertes declaraciones, sino más bien algunos datos que no sabían de mí y unas manías que tengo.

1. 1. De pequeña mi mami solía cortarme el cabello estilo hongo, a lo “Príncipe valiente”. A mi mami le gusta experimentar con nuestros cabellos, ahora con la experiencia Sara me queda más claro.

2. 2. En 8° grado me tocó hacer examen de reposición de música, sí leyó bien, m ú s i c a. El profesor y yo nos odiábamos y pues en el primer período me valió un montón y el no prestó ganas para dejarme la materia con 2.8. En los tres períodos posteriores aunque saqué 8s no me alcanzó y me tocó hacer examen de reposición. U_U

3. 3. ¡Me encanta caminar en medio de la calle! No importa si la acera está libre, limpia o con sombra, prefiero caminar en la calle siempre y cuando no sea una vía muy transitada. Acostumbro a hacerlo en las que están aledañas a mi casa.

4. 4. Soy medio maleta para andar en bus. Sé de algunas rutas y que cualquier 101 me lleva y me trae del centro, pero no siempre logro mantener el equilibrio ante lo agresivos que son los arranques después que uno se sube en la parada, y pues, como que con la cartera en una mano y otro chuncherete en la otra, cuesta. A partir de esto, he tenido dos huge fails: el primero, en el 2006 por subirme en una 42 ahí afuera de la UCA, me subí en una 44 y fui a dar allá por el ex Malibú; el otro fue este año, me acaba de subir y en eso el bus tenía que dar la vuelta ahí por la U, y en eso no logré equilibrio y fui a caer encima de una señora .__.! Se me caía la cara de vergüenza.

5. 5. Por último, y a lo mejor esta sea la más emotiva de todas las confesiones, mi vida no es la misma desde que mi papi se fue de la casa. Amo a mi mami, pero dejar de verlo todos los días y observar cómo a veces se transforma en un completo extraño, me lastimó y lastima demasiado.

Como parte de la dinámica debo transferirle la tarea a otros 5 bloggers más, pero optaré por que quien me visite y le parezca agradable esta dinámica la utilice y traslade a su blog. J

11.09.2010

Alternando perspectivas

Para ahondar un poco en los túneles de nuestra imaginación, en la cátedra de Prensa - II nos asignaron escribir el punto de vista de una mosca atrapada en un vaso de vidrio. Fue interesante el ejercicio y aunque de pronto me quedé como falta de palabras estoy contenta con el resultado.

Divertido fue, además, compartir los distintos puntos de vista con mis compañeros y en estos relatos salieron a relucir moscas con pensamiento crítico social, llenas de orgullo, en estado depresivo y la que vive feliz en el mercado.

Sin más preámbulo les comparto mi punto de vista:

Concentrada estaba yo en mis cosas de mosca cuando una corriente de aire extraña me sorprendió sin darme mucho tiempo de reaccionar. Perturbada por el golpe con el periódico del que medianamente logré escaparme, recuperé la noción del tiempo y de pronto el aire se volvió pesado, limitado y encerrado. Parece que quien me mantiene cautiva disfruta hacer experimentos con insectos, porque de entre el resto de lugares que he merodeado en todo este tiempo ha sido el único golpe sin intenciones homicidas que he recibido, incluso cuando este me tomó desprevenida.

Alborotada por tratar de encontrar una salida me propicié un par de golpes en el área del objeto que me ha privado de las corrientes que me permiten volar. Su superficie casi lisa y transparente alberga una textura que imita la forma de unas flores. La forma oval y cilíndrica me resulta familiar, pero no coincide el que ahora no pueda escapar.

Mientras recuperaba el aliento y ordenaba las ideas de la estrategia que me daría por fin la libertad, me dispuse a observar al hechor de la captura. De baja estatura, un peinado estilo hongo y pómulos rechonchos, rodeaba la zona con mirada victoriosa, como la del moscardón que presume la gravedad de su aleteo.

El aire empieza a escasear y las fuerzas invertidas en los previos y fallidos intentos optaron por nunca regresar. Me pasé los días evitando el veneno, las raquetas cargadas de electricidad y la telaraña de la sala de estar, y nunca imaginé morir de esta forma tan “segura”, pero banal que le resta a mi reputación la astucia por la que al gremio siempre le recordarán.

11.08.2010

Tengo un trauma

No sé si sea severo y exagerado, pero me gusta creer que le hago un favor a quien me lee al no ver letras erróneamente colocadas, tildes extra, mal puestas o ausentes.

Antes era “normal” y a pesar que desde antes era una loca tildes, las comas han sido mi martirio. Pero si algo amé de mi trabajo fue la oportunidad que me brindó de especializarme en lo que me encanta.

Ha sido, desde luego, un gusto para mí encontrarme con personas que comparten este agrado desmedido por la ortografía, y aún más con aquellos dispuestos a dejarse corregir.

Y si me hace aburrida, pues ni modo. Con mucho gusto acepto el título.

10.25.2010

Mal hecho...

Si usted no es un consumidor recurrente de la cafeína en bebidas carbonatadas, té o café, olvídese de creer que tomarse uno, por muy helado que sea, no le va a quitar el sueño.


Fue inocente pensar que porque cuando me bebí, en otra ocasión, uno caliente y el cansancio fue mayor que el impacto, esta vez los efectos volverían a ser ignorados por mi organismo.

¡Error más chueco el que vine a cometer!

¡Ahh, y eso no es todo! Ahora resulta que mi estómago también resiente que me haya dado por llevármelas de pro e ingerir bebidas que casi nunca consumo. u.u

El lado bueno del asunto es que, a pesar que tengo que prepararme para salir en menos de dos horas, podré avanzar con mis pendientes.

Eventualmente amanecerá y el sueño regresará para posarse en mis párpados. Mientras tanto escucho a Los Fabulosos Cadillacs para estar a tono con el #InsomnioModeON.

10.06.2010

Espasmos de la desinformación

Mucho se ha hablado y especulado en distintos medios sobre qué sucederá una vez que entre en vigencia la reforma que declara inconstitucional el inciso tercero del artículo 191 del Código Penal. Hoy tuve la oportunidad de escuchar, en cátedra casi ajena, las opiniones de Herminia Funes, Secretaria de la junta directiva de la Apes; y Fernando Romero, periodista de La Prensa Gráfica. Ambos muy inmersos en el tema.

Es con este tipo de ejercicios que termina de quedarme claro que el gran alboroto que se ha generado con esto surge primordialmente de la población desinformada, a la que le bastaría con darle una leidita al artículo 6 de la constitución que certifica el derecho al honor, y a los artículos 177, 178 y 179 del Código Penal que ya condenan la calumnia, la injuria y la difamación.

Expresiones por parte de Funes como “El periodista puede trabajar perfectamente con o sin el 191” dejan claro que lo que debe persistir es escribir con propiedad, alejándose de la manipulación. ¿Por qué? Porque la ética no necesita escudos, sino más bien que el periodista se interese por formarse, documentarse para ejercer su labor con responsabilidad y respeto por las leyes; el fin, en este caso, no justifica los medios.

Por su parte, cuando le preguntaron a Fernando Romero su opinión respecto a la resolución, exclamó “No afecta mi ejercicio periodístico”, basándose en que todo radica en el buen uso de las herramientas periodísticas, como por ejemplo el off the record, que si no hay con qué sustentarlo es mejor eliminarlo de la publicación.

Aclaró que lo pertinente en este caso es delimitar y detallar cómo va a quedar el panorama jurídico para evaluar en qué casos se procederá judicialmente, y que aunque existe un temor que empieza a reflejarse en la autocensura, es el género de opinión el que deberá resguardarse, pues es en donde se tiende a adjetivar peyorativamente.

10.01.2010

Y así fue...

Once meses pasaron para que el encanto se acabara.

Inicié y todo me pareció encantador, el ambiente, el lugar, pero sobre todo… ¡el trabajo!Me sentía en mi salsa; estaba haciendo algo que para mí no era nuevo, en el sentido que lo hago a diario, a veces inconscientemente. Y, además, me iban a pagar por hacerlo; mi trabajo soñado pues.

Con el paso del tiempo me fueron asignadas más funciones. Más que contenta, las fui acatando e incluso relegué algunas de mis responsabilidades universitarias. Me dieron el dulce y por supuesto me encantó y me sentí importante.

No pasó mucho para que me diera cuenta que todo era una cortina de humo, muy negro por cierto. Me negué a aceptarlo y seguí adelante. Ignoré las señales de emergencia. El vaso fue llenándose poco a poco, y para cuando rebalsó fue demasiado tarde. Estaban demasiado acostumbrados a la persona proactiva y efectiva que siempre estaba dispuesta a hacer lo que le propusieran.

Es una pena, porque disfrutaba mi labor, pero se me volvió fastidiosa y hostil en cuanto percibí las condiciones que yo misma permití que se dieran.

Y así fue…este lunes me despedí, con una mezcla extraña de liberación y tristeza, del lugar que me enseñó innumerables cosas, me presentó calidad de compañeros y me acogió durante 11 meses.

9.28.2010

¿Y entonces?

Cuando entré a estudiar la licenciatura en Comunicaciones la idea de llegar a ser periodista en algún momento de mi vida no era del todo atractiva, se ubicaba entre mis últimas opciones de entre la gama de trabajos que la formación me permite desarrollar.


Por giros inesperados y no tan casuales del destino no pasé del primer año sin darme cuenta que, contrario a lo que creía, la labor periodística era lo que más me llamaba la atención; tomando en cuenta que mi redacción no es pésima y mis ideas no aparecen desperdigadas en el texto.

Mi motivación fue creciendo con materias como Redacción para medios, en la cual terminé de convencerme que era algo a lo que me quería dedicar. Incluso fue en esa época que inicié mi antiguo blog; prensa 1, a la que llegué con grandes expectativas, pero terminé esperando más; y ahora prensa 2, de la que tengo altas expectativas que espero terminen por cumplirse.

Dicho esto, cabe recalcar que por el mismo deseo que tengo de aprender, siento la misma necesidad de que me retroalimenten, me critiquen e incluso destruyan, si es necesario, lo que yo hago. En mi trabajo siempre es algo que me quedé esperando, y en la U, si no llega pronto, lo seguiré exigiendo porque para eso al final de cuentas estoy pagando.

Desespero por que alguien satisfaga esta necesidad, porque en este caso una nota no me basta para saber si está bien. No es cuestión de nutrir el ego, pero ¿de qué me sirve tener buena calificación en algo si no me señalan lo que debo seguir cosechando porque está dando frutos y aquello que todavía tengo que mejorar?

9.06.2010

Vos, tú, usted

Muchas veces no le ponemos atención al tratamiento que le damos a los demás cuando escribimos; en mi caso esta cuestión pasaba desapercibida hasta que entré a trabajar en Santillana; donde, según criterios editoriales, en los libros de El Salvador se trata al alumno de una manera, y en los de Honduras de otra.


Al momento de establecer una conversación frente a frente, las cosas cambian. Muchas veces nos quejamos de quien, de buenas a primeras, se las quiere llevar de confianzudo y nos trata de vos, alegando que ese es un trato que solo con el paso del tiempo y el intercambio de experiencias se gana.

En mi caso, cuando me presentan a alguien, por lo general lo trato de tú, y de usted cuando su edad o cargo lo amerita. Sin embargo, siento que en una relación -- llámese amistad, padre-hijo, noviazgo-- el usted me resta confianza e implica una cierta barrera. Me incomoda y la conversación me sabe simple.
¡No le encuentro gusto, pues!

8.31.2010

Yo no sé mañana...

Como cualquier día, se encendió la radio para notificarme que era hora de levantarse.

Para no perder la costumbre, refunfuñé en mis adentros por lo poco que habían durado mis horas de sueño y sin más, puse el pie sobre el suelo y arrancó el día.

Aparte de la novedad del mega congestionamiento que había para salir de Santa Tecla, en la oficina todo "normal", a pesar de que el ambiente se tornó un poco hostil desde hace exactamente una semana.
Amo lo que hago y soy muy buena en ello; además, me lo remuneran bonito. Pero como a cualquiera, no me gusta que me vean la cara de necesitada y se aprovechen de ello. Y tal como aprendí en mis clases de RRHH el ciclo pasado: el personal desmotivado, aunque sea efectivo, no rinde a su máxima expresión.

Dieron las 4:00 p.m. y me preparé para emprender los diez minutos de camino hacia la universidad; entre exposiciones, revelaciones y aprendizaje se pasaron las horas.

Ayer, deleité mi paladar con rico sushi. Hoy, arroz del día hecho por mi mami, queso y frijoles;los ingredientes de la típica cena del salvadoreño. Me encanta darme mis lujos, no lo voy a negar, tanto alimenticios como de vestir;pero ¿vale la pena tratar de llenar los vacíos de satisfacción laboral con el consumo comercial?

Mañana no sé qué me esperará, pero no me desanimo. Estoy consciente de que cuando se cierra una puerta, aunque no es de inmediato, se abre una nueva; y que tengo capacidad y potencial para explotar. Mi tiempo se cumplió y que se venga lo que tenga que afrontar, estoy dispuesta a dejar que la vida me revuelque, porque al final de mis días podré decir con satisfacción que saqué el mayor provecho a la adversidad.

8.22.2010

Yo confieso

...que esta es la tercera entrada que empiezo a escribir en la semana.

Las dos anteriores no pasaron de borrador y, eventualmente, las eliminé. ¿La razón? De pronto en medio de la redacción de las entradas, me percaté que no era nada relevante. Fueron impulsos que no produjeron más de un párrafo y que ni siquiera valía la pena terminarlos para publicar el mismo día.

Siendo honesta, tengo un solo relajo en mi cabeza...


Esta semana, por ejemplo, se juntaron un par de cosas que me hicieron reaccionar con el hígado; pero que al darle paso a la razón preferí no comentarlos, porque tal como quedó demostrado al final de la semana, me estaba adelantando e inventando cosas donde no las hay.

No me gusta escribir por escribir, pero tampoco dejar de hacerlo. Ordenaré mis pensamientos, emociones y acciones, para traducirlo en algo que realmente valga la pena.

8.16.2010

¿En qué momento...

la vida se me hizo corta,

sin razón o sentido más que seguir
una rutina que aborrece mi sentir?

Es tan fácil para ellos pedir, pedir, pedir;
mas no saben que lo único que quiero es huir lejos de aquí.


8.09.2010

Increíble

Es extraño, porque todo pasó de imprevisto.

Demasiado, diría yo.
Empezó desde el final y va llegando a su origen,
cargada de múltiples sube y bajas de contradictorias emociones.

¿Señales mal direccionadas?
Podría ser.
Pero estar sobre esta cuerda floja
es una descarga que me hace sentir bien...




8.04.2010

Pelando jícamas

¿Y usted, ya probó la depilación con cera?


Ojo que no hago distinción entre señoritas y caballeros, porque sé que hay algunos que, aunque no lo aceptan en público, ya han experimentado las mieles y hieles de esta práctica.

Desde hace mucho estaba considerando la opción, pero la incertidumbre por el ahora comprobado y horrible dolor que produce me habían detenido; sin embargo las razones y buenas recomendaciones de terceros creíbles y allegados a mí, me terminaron de convencer. Y así fue como el lunes hice la cita con el verdugo de esos indeseables y fastidiosos vellos de las piernas.

No les voy a mentir, duele hasta el alma cada jalón que te propician; y quizá el nerviosismo y la predisposición al dolor que uno tiene mentalizada por ser primera vez le dan un toque aditivo al dolor. Según declaraciones de quien lo estaba haciendo, es cuestión de acostumbrarse, tanto así que luego de un par de veces, voy a estar tan acondicionada al dolor que ni voy a sentir.

¿Masoquismo? Quizás un poco. Porque aunque no haya disfrutado el dolor, si amo, desde ya, los beneficios a corto y largo plazo que trae consigo.

Como todo ser humano, soy inquisitiva (por no decir metida) por naturaleza, y no despegué mi vista mientras lo hacían; y ver el color de la tela con la que te retiran la cera, más lo blancuzco de mi piel no pude evitar pensar que la depilación con cera era un símil a lo que hacemos cuando pelamos jícamas.

Y sí, en este caso, la belleza y la pereza se pagan con dolor.

8.02.2010

"El que no arriesga...

no gana".


Así reza el dicho popular y, aunque sea catalogado como tal porque nace de la sabiduría de los pueblos, muchas veces me he preguntado si esta sigue vigente en nuestros dorados tiempos.

Vivimos en una sociedad en la que el más vivo es el que siempre sale ganando y no necesariamente porque es el que se las juega sin importar que las consecuencias sean buenas o malas; sino porque supo aprovechar las desventajas del que, por estar planificando su estrategia, las dejó de lado.

Ahora bien, ¿de qué sirve arriesgarse, si con esta acción puede ser más la decepción que la satisfacción de obtener lo que se esperaba?

La respuesta obvia es: más vale dejar las cosas claras que pensar en el que hubiera pasado si...; pero ¿y si es mucho lo que se pierde a partir del arranque de coraje?

Fluir con la corriente no implica necesariamente ir sin rumbo definido, así como lanzarse tras la presa no asegura una cacería satisfactoria.

7.27.2010

Twitterdependencia

#yoconfieso que, hace casi un año, twitter no me llamaba la atención.


Sin embargo, por necesidad de mantenerme informada de lo que ocurría fuera de las 3 paredes del cubículo donde me ubicaron inicialmente en la empresa, empecé a querer agarrarle gusto. y ahora llevo 4 255 tweets, contando el de esta entrada.

Aunque quizás sea poco para el tiempo que llevo como usuaria, ahora me siento rara si no me manifiesto en algún momento del día, ya sea al despertar, durante el día o por lo menos para decir buenas noches.
Me rebusco por una conexión inalámbrica gratuita o libre de password para poder hacer un update status o leer en qué andan los demás, y cuando lo tengo abierto en la oficina, ver marcada una actualización que no he leído me descontrola. Esta última ya la empecé a controlar y cierro por ciertos períodos de tiempo la página para dedicarme de lleno a lo que hago.

Creo que cada uno le encuentra su gracia y beneficio de distinta manera, pero desde mi experiencia, las personas con las que interactúo a través de este medio lo han hecho mucho más interesante.

7.19.2010

Suele suceder...

A menudo, cuando estoy ansiosa por que algo suceda, empiezo a crearme una serie de expectativas al respecto, que van de la mano con la imagen mental que me hago de lo que a mí parecer debería de suceder; pero últimamente todo se va por un caño o simplemente, por un motivo u otro, se cancela.


Así que para evitarme futuras decepciones, me regiré por lo que dice Cerati:


fluir sin un fin, más que

fluir

fluir sin un fin, más que

fluir

Se escucha fácil,

pero, en la práctica,

todo es taaaan distinto...

7.16.2010

Taking chances

Hoy, a la hora del almuerzo, platicábamos con algunos compañeros sobre la pasión que uno puede llegar a sentir al hacer las cosas y cómo, al acabarse, a medida que pasa el tiempo, muchos se debaten entre la idea de vivir una mentira y frustrarse en el corto y mediano plazo; mientras que otros deciden enfrentar la realidad y salir, para bien o para mal, a flote.

Por mi parte, lo confieso, soy una persona que tiende mucho a dudar sobre lo que va a hacer; incluso, muchas veces, lo que estoy haciendo.

Sin embargo, hace ya varios meses tomé una decisión que hasta el día de hoy no me ha traído más que cosas buenas, a pesar de los obstáculos que he encontrado en el camino.

No tendré la mejor familia, pero aun con sus defectos me inspiran a querer ser mejor cada día; no soy la mejor estudiante, pero sé optimizar mis fortalezas; no tengo el trabajo soñado, pero me encanta lo que hago; no gano miles, pero sé apreciar el verdadero valor de las cosas.

En conclusión, todo radica en encontrarle el aspecto positivo a las cosas por muy trágicas o amargas que parezcan, teniendo en cuenta que para atrás, ni para tomar impulso.

Y es que al final de cuentas de eso se trata, dar pequeños, pero firmes pasos, arriesgando un poco para poder ganar.

7.08.2010

Ser mujer es una de las cosas más caras...

Antes no le veía mayor problema, durante mi infancia saciaba mis aires de vanidad desperdiciándole el maquillaje a mi mami. Recuerdo que me encerraba con llave en su cuarto y me sentaba en el banquito frente al tocador, con la segunda gaveta abierta, esa donde siempre ha guardado sus utensilios de belleza, de los que me seguí lucrando durante el culmen de mi malicia, hasta que empezó a comprar tonos más adecuados para su piel (cabe recalcar que saqué lo chele de mi abuela, y ella es una mezcla entre eso y la piel morena de mi abuelo).

Pues bien, ahora, esos gustitos, me toca cubrirlos a mí, y ¿sí o no que siempre hay algo que comprar?

Aparte de lo obligatorio, este mes compro maquillaje, el próximo a lo mejor cremas o tónicos que ayuden a removerlo; y por supuesto, nunca falta esa típica y oportuna oferta o gustito que no podés dejar pasar o de darte, ya sea porque es "lo que te hacía falta" en tu guardarropa o joyero.

Es probable que esté a punto de convertirme en una compradora compulsiva, pero no me queda duda que de una u otra forma siempre hay un menester que implicará un gasto periódicamente.

7.04.2010

Llegué...

Reaparezco nuevamente por estos lares con lo que pretende ser una versión "reloaded" de lo que solía ser mi viejo y ahora inexistente primer blog.


Le tomé prestado el nombre a uno de los discos de Cerati (música que por cierto me tiene muy influenciada en esta etapa de mi vida) porque me parece que cuando uno tiene algo que expresar, hacer o intentar, no hay mejor opción que el presente, ya que si perdemos el impulso, luego posponemos constantemente y terminamos haciendo las cosas a la carrera y no obtenemos el resultado deseado desde el principio.

Muchas cosas han cambiado en mí desde que escribí el último post decente en el antiguo blog, y creo que vale la pena plasmar un poco de eso en este pequeño espacio.

Obedece también a mis deseos de practicar y pulir mi redacción. El ciclo pasado para mi cátedra de prensa tuve a cargo, junto a dos compañeras más, un blog, y la dificultad que me generaba el iniciar la redacción de la nota asignada fue como una señal de advertencia para mí de lo oxidada que estaba en cuanto a esto.

No me resta más que darles la bienvenida a mi nuevo muro catártico, y agradecerles por sus futuras visitas :).

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