1.23.2011

Respuestas inesperadas

Conozco gente de mi edad que a sus escasos 21 – 22 años ya dicen sentirse viejos. A mí en realidad me da risa y cólera al mismo tiempo, pues siempre he pensado que no hay por qué estar añorando el ayer; es mejor dedicarse y ponerle empeño a los momentos que estás viviendo y a los que quedan por experimentar.

Teniendo en cuenta que tengo una hermana 11 años menor que yo, fácil sería sentirme vieja al ir reviviendo etapas a medida que ella va creciendo, pero sucede todo lo contrario. Mi experiencia me sirve para detectar sus rebuscadas mentiras, y como además pasé por las mismas aulas que ella y sé que las monjas son poco dispuestas a los cambios, también le descubro fácilmente si tiene que quedarse para X o Y cosa en el colegio (sí, a veces soy ese tipo de hermana fastidiosa).

No sé ustedes, pero en mis tiempos de colegio, que no fueron hace tanto tiempo (5 años atrás nada más), solo íbamos un día a la semana con ese uniforme, y si se nos ocurría por frío o por simple gana llegar en pants y tenis nos hacíamos acreedoras de un regaño de cualquier monja –ellas son así como raras–. Y siendo esta la primera semana formal de clases, me extrañó verla dos días con uniforme de Educación Física; luego de confirmarme que era porque de este año en adelante tendrían 3 horas a la semana de esa materia le repliqué “pero si cuando yo estaba ahí nunca nos dieron más de una hora por más que siempre las pedíamos”; muy linda, sincera y tajante me respondió: “En tus tiempos querida”.

Me calló de tajo y mientras caminaba de regreso a casa sentí el peso de mis años universitarios a punto de terminar… (XD)

1.21.2011

¡Artillería pesada a las YA!

Hoy cumplo una semana de estar padeciendo un terrible insomnio.

Ya no lo soporto, no solo me cuesta dormirme en la madrugada, sino que además me despierto tempranísimo y por cualquier ruido.

En caso que se le haya ocurrido que el insomnio es causado por mi estado de “reposo” constante, déjeme contarle que a pesar que no tengo documentos para corregir todos los días, me he vuelto un poco más hogareña: lavo trastes, hago limpieza, cocino, y voy a recoger de vez en cuando a mi hermana al colegio, y además me ejercito una hora diariamente buscando eliminar las libritas de más y tratar de cansarme un poco para la noche.

Muchos compañeros se quejarán de que se les acaba la vida buena y pronto iniciará la universidad, pero a mí realmente me URGE tener actividad intelectual más pesada. Parece que estoy tan acostumbrada a leer que dejó de cansarme la vista. Esto de estar como freelance en el real estado de la palabra: estar en casa esperando que me manden texto para revisar, no es para mí, no está funcionando; de paso se está metiendo con una de las cosas que más disfruto: DORMIR, peor aún es que cuando no duermo bien me pongo de mal humor.

Supongo que esa variante de trabajo hoy la próxima semana no es a lo que no termino de adaptarme y está jugando con mi cabeza de una forma extraña y desagradable que se resume en preocupaciones y falta de sueño.

Así que a ver, espero que con el ajetreo de la media tarde hasta en la noche que supone la universidad recupero mis formas y horarios para dormir, y dejo de matar sin querer las neuronas que extrañaré mientras avanza el ciclo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...