Perdón por tener siempre un argumento,
y por nunca poderme quedar callada.
Perdón por querer seguir creciendo,
y por darle valor al trabajo que superficialmente todos alaban.
Perdón por ser independiente,
y por salirme de tu esquema de mente cuadrada.
Perdón por las ganas de seguir aprendiendo,
y por creer que no merezco quedarme estancada.
Perdoname por esto que siento,
y por las ganas de querer volar.